Четверг, 12 декабря, 2024
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(Español) Corrieron 7,000 millas. Aún así, Putín los agarró

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    Por Michael Weiss

    Traducido por

    Victoria de Lara

    Fuente original http://www.thedailybeast.com/articles/2015/06/17/ran-7-000-miles-putin-still-got-them.html

    Igor e Irina Bitkov pensaron que estarían a salvo en Guatemala.

    La pareja rusa había pasado 6 felices años con sus nuevas vidas y nuevas identidades en

    Centro América, convencidos de que sus problemas habían quedado atrás. Pero el 15 de

    enero, Igor, Irina y su hija de 25 años, Anastasia, fueron arrestados en su casa, ubicada en

    las afueras de la Ciudad de Guatemala. Ellos han pasado los últimos 5 meses en prisión

    preventiva, inicialmente pasaron varios días en jaulas localizadas en el sótano de

    estacionamientos de la Torre de Tribunales, durmiendo en el piso de concreto. Los 3 han

    sido imputados con cargos de posesión ilegal de documentos de identidad y enfrentan una

    posible extradición a Rusia. Allí, Igor e Irina son buscados por la justicia para enfrentar

    cargos por supuestos crímenes financieros, incluyendo fraude, robo y quiebra deliberada

    -cargos que ellos insisten, son invenciones políticamente motivadas.

    Contrario a la imagen que los medios de comunicación rusos les han creado, de magnatesladrones

    fugitivos, y que han logrado llevar a otro hemisferio, los Bitkov insisten que ellos

    son desafortunadas presas del sistema capitalista de un Estado que ha crecido, por 13

    años, bajo el gobierno Cleptocrático de Vladimir Putin. Como muchos que han llegado

    antes y no dudarían en seguirlos, ellos alegan ser las víctimas de un Allanamiento

    Corporativo. Este es un esquema, bastante común, en el que agentes del gobierno ruso,

    crimen organizado e intereses financieros contrarios (estas categorías no son siempre

    mutuamente exclusivas) conspiran para expropiar un negocio exitoso y después utilizar un

    poder judicial comprado y pagado para encarrilar a los antiguos dueños.

    Igor e Irina Bitkov hablaron exclusivamente para el Daily Beast vía Skype desde un hospital

    en Guatemala, en el que están internados con vigilancia policial las 24 horas del día. Igor

    está siendo tratado por varias dolencias que desarrolló durante el tiempo que estuvo en

    cautiverio, incluyendo una condición renal. Irina está allí con Anastasia, quien sufrió de una

    crisis nerviosa durante el inicio de su encarcelamiento, después de que se le negó el

    medicamento que se le prescribió por desorden bipolar, una condición con la que fue

    diagnosticada después de sufrir un terrible calvario que obligó a los Bitkov a dejar su tierra

    natal hace casi una década.

    En 1993, Igor and Irina fundaron Lesinvest, una compañía maderera en Novodvinsk, una

    ciudad en la región rusa de Archangel. El país, en esa época, aún se tambaleaba por el

    colapso de la Unión Soviética y la disfuncionalidad de las empresas estatales que no eran

    capaces de satisfacer la creciente demanda de recursos naturales. Muchas antiguas

    empresas, gigantes manufactureras gerenciadas por la Unión Soviética habían quebrado o

    su producción bajó mucho debido a su maquinaria obsoleta o malas prácticas gerenciales

    de “directores rojos”. Allí había una fortuna disponible para capitalistas hambrientos y

    enfocados en el mercado occidental que compraron fábricas a punto de naufragar a

    fracciones de su valor y las modernizaron. Los Bitkov eran de esa naturaleza.

    “Para finales de 2006,” dice Igor, “los ingresos de nuestra compañía eran alrededor de

    US$100 millones. Debido a que adoptamos un acercamiento complejo, no suplíamos solo

    madera, sino que también equipo para otras industrias.”

    Marido y mujer fueron tan exitosos que un año después se reubicaron en San Petesburgo y

    renombraron Lesinvest como North-West Timber Company. Igor llegó a ser el director e

    Irina Presidente de la Junta Directiva. Ellos adquirieron una de las más viejas fábricas de

    pulpa y papel en Rusia, ubicada en Kammenogorsk, cerca de la frontera rusa con Finlandia.

    Ellos la renovaron y su ambición fue alcanzada por su éxito. Para el 2003, la fábrica de

    Kammenogorsk era la más grande manufacturera de libros de ejercicios escolares en Rusia.

    Dos años después, en 1999, los Bitkov compraron una segunda gran planta, la Neman

    Cellulose-Paper Factory, en Kaliningrado, el enclave ruso entre Polonia y Lituania.

    Para financiar la renovación de las dos plantas, North-West Timber sacó un préstamo

    considerable de Sberbank, la institución financiera estatal rusa más grande, por un monto

    de €450 millones, o bien un poco más de medio millón de dólares. Igor dijo que dicho

    crédito nunca les fue entregado en su totalidad -así son los caprichos de los bancos rusosasí

    que North-West Timber tuvo que buscar financiamiento adicional para cubrir el déficit.

    El más grande vino de Gazprombank y VTB, también controlados por el gobierno.

    “Habíamos estado trabajando con los tres bancos desde 2000. Nunca caímos en mora,

    ningún problema. Nada,” dijo Igor.

    Tampoco, ni él ni Irina sufrieron de ninguna presión política o acoso por parte de oficiales

    ambiciosos durante los primeros 10 años de expansión de North-West Timber. “De hecho,

    teníamos el apoyo de las autoridades a nivel regional y de la ciudad, tanto en San

    Petersburgo como en Kaliningrado.” Eso cambió en 2003.

    Los Bitkov dicen que a inicios de ese año oficiales de gobierno empezaron a presionarlos

    para que participaran en un fraude electoral en beneficio del gobernante Partido de Rusia

    Unida. “Esperaban que nosotros hiciéramos pagos obligatorios a esos candidatos. Era una

    especie de “petición” a la usanza rusa,” dijo Igor. A los obreros de la fábrica en la planta de

    Kaliningrado les dijeron que debían votar por determinados candidatos y se les ofreció

    transporte gratuito hacia y desde las urnas en el día de las elecciones.

    En 2005, dice Irina, un oficial la invitó a unirse a ambos, el partido de Rusia Unida y de la

    Unión Rusa de Empresarios e Industriales, que en ese tiempo era encabezado por Yevgeny

    Primakov, un oficial de la era de la Unión Soviética quien bajo el gobierno de Boris Yelstin,

    en los 1990s sirvió como director de la Inteligencia Internacional, Ministro de Exteriores y

    Primer Ministro. El mismo Primakov se reunió con los Bitkov e “invitó” a Irina a ser la jefe de

    la organización local en Kaliningrado del Partido de Rusia Unida en 2007. Ella declinó,

    principalmente porque para ese momento ella e Igor se oponían a las políticas de Putin y

    habían comenzado a respaldar, discretamente, a elementos de la entonces incipiente

    oposición rusa.

    Anastasia, entonces de 16 años, fue secuestrada. “Ella salió en una cita y no regresó por

    tres días.” Recuerda Igor. “Estábamos muy preocupados y cansados tratando de

    determinar su paradero, pero fracasamos. Llamé a la policía y también a mis amigos en el

    departamento local de policía (en San Petersburgo) porque necesitábamos actuar muy

    rápido. Mis amigos descubrieron dónde la tenían e incluso contactaron a sus

    secuestradores. Yo recibí un mensaje de que debía pagar US$200,000.” Igor le dió el

    dinero a su contacto en el departamento de policía de San Petersburgo. “Ellos liberaron a

    mi hija, pero descubrimos que había sido violada y que estaba en un estado psicológico

    traumatizado.”

    Anastasia desarrolló anorexia y se volvió distante; una vez devota, ella abandonó su fe

    y se rehusaba a ir a la iglesia. Eventualmente ella fue diagnosticada con desorden bipolar,

    el cual su familia atribuye al trauma que vivió. Los médicos que la han examinado también

    les dijeron que ella había sido drogada durante los tres días que estuvo desaparecida,

    además de su amnesia a corto plazo sobre lo que había vivido. Y la policía de San

    Petersburgo les dió más detalles relevantes a Igor e Irina.

    Los oficiales dijeron que su hija había sido secuestrada por una conocida banda criminal en

    la Ciudad, una que se especializa en espionaje industrial y la colección de kompromat, o de

    descrédito de objetivos de alto perfil con información para chantajearlos. La banda es

    conocida por drogar a sus víctimas, así como lo hicieron con Anastasia. También tiene

    nexos conspicuos con el FSB -Servicio Federal de Seguridad- y no hubieran secuestrado a

    la hija de un rico magnate de la industria del papel sin que la agencia lo dijera. Los

    contactos de Igor en la policía le preguntaron si él tenía algún encuentro con los servicios

    rusos en el pasado. Él no los había tenido. “Después de eso,” él dice “Me convencí de

    evacuar a mi familia de Rusia”

    Los Bitkov primero llevaron a Anastasia al Tibet, por tres semanas, porque ella siempre

    había querido ir allí. Después la ingresaron a una clínica médica en Israel, donde ella

    pudiera recuperarse psicológica y físicamente de su trauma. Ella estuvo allí hasta

    Septiembre de 2007, posteriormente viajó a Gran Bretaña y se enroló en una escuela.

    Nunca más regresó a Rusia.

    Mientras tanto Igor e Irina si regresaron para supervisar sus dos grandes proyectos de

    desarrollo. El clima en Rusia había, ahora, cambiado para ellos. “La gente en los bancos

    empezó a guardar su distancia de nosotros,” expresa Igor. “Se volvió imposible obtener

    nuevos créditos.” Hubo varias irrupciones en las oficinas de North-West Timber por la

    noche, donde se robaron documentos corporativos e información digital. Cada noche el

    guardia nocturno aseguraba no haber visto nada. Los Bitkov también indican que ellos

    fueron espiados. “Nuestra casa estaba cableada con micrófonos.” Indicó Igor. “Incluso

    encontramos cables en los sockets del baño.”

    En marzo de 2008, recibieron una ominosa advertencia, esta vez de un confidente en el

    Ministerio del Interior ruso. Ellos exponen que les dijo que podrían ser arrestados por una

    serie de delitos financieros falsos, sin duda alguna, usando lo que sea que habían

    confiscado de las oficinas de su compañía. Un mes después la advertencia pareció aún

    más real cuando los tres más grandes bancos propiedad del estado y que habían entregado

    a North-West Timber los créditos por €450 millones sorpresivamente requirieron el pago del

    capital e intereses. Igor indica que North-West Timber había pagado alrededor del 70 por

    ciento de lo adeudado, pero la diferencia era de aproximadamente US$100 millones. Los

    créditos habían sido firmados con plazos de 15 años -aún faltaban muchos años para su

    vencimiento- de repente tenían que satisfacerlos en 48 horas, o de lo contrario North-West

    Timber y sus subsidiarias enfrentarían bancarrota y la confiscación de sus bienes.

    Los Bitkov no tenían forma de pagar esa cantidad de dinero, y ahora realizando que sus

    problemas con poderosos intereses personales eran mucho más grandes de lo que ellos

    habían creído, dejaron sus negocios y sus subsidiarias. “Los bienes fueron vendidos a bajo

    precio a un número de compañías, sin embargo no conocemos los detalles,” dice Igor. Él e

    Irina se fueron a Austria, después a Turquía, y solo regresaron a San Petersburgo a finales

    de Mayo de 2008. En el aeropuerto Pulkovo de la Ciudad de San Petersburgo los encontró

    el mismo amigo del Ministerio del Interior, quien les dijo que no había duda de lo que les iba

    a pasar ahora: Igor e Irina serían arrestados. Tenían que huir de Rusia para bien.

    Aconsejándoles que para no levantar sospechas al partir por la misma vía en que habían

    ingresado, el oficial les sugirió manejar a Bielorrusia. Los Bitkov entraron a Latvia y

    abordaron un vuelo de regreso a Turquía, donde residieron por aproximadamente un año.

    “Todo lo que nos había pertenecido en Rusia nos fue instantáneamente robado,” declara

    Igor. “Nuestras casas, carros, compañías — todo. Ni siquiera tuvimos tiempo para tomar los

    álbumes (de fotos) familiares.”

    En el verano de 2008, los Bitkov exponen, recibieron un mensaje de dos personas que se

    presentaron como representantes de Putin: Regresen a Rusia y paguen €10 millones y todo

    será olvidado. Ellos no sintieron que esta fuera una oferta atractiva, dado lo que hasta

    ahora había pasado con su negocio y su familia. En abril de 2009 ellos emigraron a

    Guatemala. Para su sorpresa, se dieron cuenta que sus pasaportes rusos aún eran válidos.

    Porqué Guatemala?

    Una firma de abogados que Igor encontró, originalmente les había dicho a los Bitkov que les

    podía adquirir la ciudadanía en Panamá, pero ellos escogieron el país más al norte porque

    la firma tenía sus oficinas allí y en Guatemala no requería visas para ingresar. Por

    sugerencia de su abogado en la firma, quien había sido informado de las dificultades que

    tenían en Rusia, los Bitkov cambiaron sus nombres; dos veces, en el caso de Igor. Primero

    fue Gregorio Igor Benítez García y después, decidiendo que no quería abandonar su

    identidad rusa por completo, Leonid Zaharenco. Irina era ahora María Irina Rodríguez

    Germanis.

    Ellos estaban contentos. Aprendieron español y compraron una casa. Igor enseñaba

    matemáticas e Irina enseñaba dibujo y manualidades en una casa de niños de la localidad.

    En poco tiempo le dieron la bienvenida a su segundo hijo, un niño llamado Vladimir.

    Para 2009, en Rusia, los primeros cargos en su contra empezaron a permear los medios.

    Igor, según se reportó, fue acusado de fraude a gran escala y robo relacionado a la

    supuesta quiebra con los préstamos de Sberbank, Gazprombank, y VTB. La subsidiaria de

    North-West Timber a cargo de la fábrica de Kaliningrado, según los cargos,

    deliberadamente declaró la bancarrota para enriquecerse a través de lo que Kommersant, el

    principal diario comercial de Rusia, llamó “dudosas maquinaciones.” Pero Kommersant lo

    reportó sin explicar porqué, “Una subsecuente aplicación para poner a los Bitkov en la base

    de datos de la Interpol falló.”

    Igor se mantiene firme en que las “dudosas maquinaciones” son, de hecho, dudosas

    fabricaciones y parte de una campaña calumniosa de los medios rusos en su contra y de

    Irina.

    “Si hay evidencias de que hemos robado algo, yo estaría muy interesado en verlas,” dijo él.

    “Nunca nos hemos involucrado en alguna actividad fraudulenta. En cuanto a la quiebra

    deliberada, esto fue provocado por la inviable demanda de Sberbank, Gazprombank and

    VTB de que se les pagara el capital y los intereses en 48 horas en abril de 2008. Ellos son

    los que deberían responder a los cargos de quiebra deliberada, no nosotros.”

    Hay, de hecho, evidencia de que Igor ha sido víctima, al menos una vez, de fraude

    corporativo. Él envió a The Daily Beast una sentencia dictada por la Corte del Distrito de

    Gagarinsky en Moscú, la cual, en base a un análisis grafológico forense, determinó que su

    firma había sido falsificada en un contrato de garantía (sin embargo la sentencia no dice por

    quién). El contrato de garantía aumentaba la responsabilidad de Igor como deudor de

    Sberbank.

    Anastasia se reunió con sus padres en Guatemala en 2010, sin embargo ella no adoptó

    una nueva identidad como ellos lo hicieron. Ella, sin embargo, se tiño el cabello y pasó por

    cirugía plástica para alterar su apariencia. “Ella estaba irreconocible de la joven, de 16

    años, que era en San Petersburgo,” dice Irina. Anastasia estaba modelando exitosamente

    con el sobrenombre de Anastasia Aven y pronto se interesó en una carrera en televisión.

    Trabajando con INGUAT, la oficina de turismo de Guatemala, la familia inició la producción

    de un reality show sobre un viaje doméstico, Anastasia’s World, el cual contaría la historia

    de la expatriada recorriendo los puntos turísticos del país en una especie alto concepto de

    Kardashians-meets-Bourdain, lo mejor para atraer a los visitantes extranjeros.

    “No esta en nuestro carácter vivir en las sombras” dijo Irina cuando se le preguntó porqué

    ella e Igor consintieron la carrera de Anastasia en el mundo del espectáculo, dada la

    vulnerabilidad de la familia como exiliados, sin mencionar lo que ya había vivido Anastasia.

    “Teníamos confianza en la legitimidad de nuestros nuevos pasaportes e identidades,”

    declaró Irina. “Viajamos alrededor del mundo con ellos y no teníamos contacto con ningún

    ruso. Además, el gobierno guatemalteco estaba promocionando el show, no es ese un gran

    voto de confianza en nuevos emigrantes?

    Evidentemente no lo suficiente

    Los abogados del banco VTB indican que ellos fueron los que localizaron a los Bitkov en

    Guatemala e incitaron a las autoridades locales a arrestarlos. “En febrero 2014,”

    kommersant reportó, refiriéndose a los abogados del banco, como a «detectives reales»,

    «[VTB] trabajó para iniciar una causa penal contra los Bitkovs en Guatemala. Ya, en el plazo

    de un mes, una investigación comenzó por el uso de documentos falsos por los ciudadanos

    rusos, sus activos y cuentas bancarias en este país centroamericano «.

    Hay, sin embargo, ambigüedades y contradicciones sobre el rol exacto que el banco jugó en

    ambos, provocar o acelerar la captura de los Bitkov. Según Diego Álvarez, vocero para la

    Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala -CICIG- de la ONU- entidad

    internacional que lucha contra la corrupción a nivel nacional operando dentro del sistema

    jurídico guatemalteco- el caso que enredó a los Bitkov inició en 2010 luego de que se

    levantaran sospechas sobre ciertos oficiales del estado que trabajaban en la Dirección

    General de Migración y el Registro Nacional de las Personas (RENAP). Ellos son acusados

    de emitir pasaportes e identidades falsas a inmigrantes a cambio de dinero en efectivo. En

    correos enviados y a través de llamadas telefónicas con The Daily Beast, Álvarez explicó:

    “El caso de CICIG en contra de los Bitkov no tiene ninguna relación con ningún hecho que

    pudo haber pasado en un país fuera de Guatemala. Hay diferentes partes interesadas.

    Una es CICIG, la más fuerte es el Ministerio Público (de Guatemala), otra es RENAP y la

    otra, que fue admitida por el Juez -no por CICIG- fue VTB. Nosotros no estamos

    relacionados de ninguna manera con el banco (ruso), no tenemos ninguna comunicación

    con ellos.

    Sin embargo el ya relacionado artículo de Kommersant contradice esta declaración de no

    cooperación entre CICIG y VTB, notando, “El año pasado los abogados de VTB atrajeron a

    la investigación a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, operando

    bajo la tutela de la ONU (CICIG). Esta institución, a través de su sucursal en Guatemala,

    requirió información sobre Igor e Irina luego de revisar preliminarmente todos los

    documentos en la Embajada de Moscú en Guatemala”

    Además, posterior al intercambio sobre el artículo de la revista mencionada con Álvarez,

    The Daily Beast adquirió páginas de la denuncia de CICIG contra los Bitkov, y en ellas se

    refiere claramente al “abogado Augusto Penados Grajeda, representante del banco ruso

    VTB, quien presentó una denuncia en contra de Igor V Bitkov … e Irina V Bitkova… por

    crímenes de falsa ideología (sic), uso de documentos falsificados y perjurio contenidos en el

    Código Penal y por el delito de lavado de dinero conforme a lo dispuesto por la Ley de

    Lavado de Dinero y otros Activos…”

    Álvarez indicó en una respuesta por correo que CICIG estaba allí solamente citando el

    reporte de policía encontrado en la base de datos del Ministerio Público y de ninguna

    manera confiando en VTB para construir su propio caso, el cual empezó cinco años antes.

    “Lo que pasó es que en interés de la economía procesal, las denuncias fueron acumuladas

    ya que los delitos son los mismos,” escribió.

    Repetidos intentos para contactar con VTB para que comentara fueron infructuosos.

    En la madrugada del 15 de enero de 2015, la casa de los Bitkov en el condominio “Casa y

    Campo” en la Carretera al Salvador, en las afueras de la Ciudad de Guatemala fue allanada

    por alrededor de 60 policías y oficiales de la ley. Las autoridades confiscaron los

    pasaportes de la familia, así como US$100,000 en efectivo. La familia entera -Igor, Irina,

    Anastasia y Vladimir- fueron detenidos en su hogar por 24 horas mientras se llevaba a cabo

    el allanamiento y empezaba el interrogatorio. Anastasia tuvo un ataque de pánico, sin

    embargo no podía llamar a su psiquiatra ni a su novio que vive cruzando la calle.

    Eventualmente tuvo que ser sedada.

    Un día después, a las 5 de la mañana, Igor, Irina y Anastasia fueron llevados a prisión

    preventiva en un centro temporario ubicado en el sótano de estacionamientos del Palacio

    de Justicia de la Ciudad de Guatemala. Según Irina, “las jaulas estaban llenas de humo de

    los vehículos que estaban constantemente entrando y saliendo el parqueo. Había un

    inodoro con fuga y no había lavamanos. No había muebles, así que nos sentamos y

    dormíamos en el piso. La comida y bebida era llevada a otros presos pero no a la familia.

    Nos dijeron que solo los familiares nos podían llevar comida o bebida, a pesar de que las

    autoridades sabían muy bien que nuestros parientes más cercanos estaban aún en Rusia.”

    En total, unas 40 personas fueron detenidas en una redada que implica lo que el Estado

    alega era un esquema de corrupción de larga duración. Vale señalar, sin embargo que los

    cargos del estado contra los Bitkov consisten en que ellos conspiraron directamente con

    funcionarios del RENAP para obtener los documentos, sin embargo, son ellos los únicos

    extranjeros que recibieron tales documentos que están siendo procesados; no hay otros

    clientes o beneficiarios de los falsos pasaportes emitidos por esta red que hayan sido

    arrestados.

    Ellos niegan vehementemente que hayan tenido algo que ver con una naturalización falsa

    en Guatemala y estan igualmente convencidos que Moscú, vía su inteligencia y armas

    financieras, esta detrás de su situación. “Nosotros obtuvimos nuestros pasaportes en buena

    fe, de parte de las oficinas del Estado,” dijo Igor. “Fuimos a la oficina de Migración, hicimos

    la fila, nos tomaron nuestras huellas digitales -todo según la costumbre. No teníamos una

    razón para asumir que algo ilegal estaba pasando. Si había una operación mafiosa

    involucrada con las autoridades de Guatemala, no teníamos conocimiento de ello.”

    La acusación contra Anastasia se basa en lo que sus papás consideran fue un error

    ortográfico: una de las s en su nombre fue impresa con la cirílica “c”. Ella esta siendo

    acusada de que a propósito falseó su nombre para esconder su verdadera identidad. En el

    caso de Vladimir, de 3 años, en el mismo día que se llevó a cabo el allanamiento, él y su

    niñera, Verónica González, fueron llevados a la corte civil donde un juez la nombró a ella y a

    Rolando Alvarado, un amigo de la familia, en forma conjunta, los guardianes legales del

    chico. Vladimir pasó un mes bajo el cuidado de González y Alvarado y le fue relativamente

    bien considerando la separación de sus papás. Posteriormente, en febrero, otro juez

    revocó la decisión y lo consignó a un orfanato del estado. Él pasó 42 días allí antes de que

    luego de apelar la resolución lograron tenerlo de vuelta bajo la custodia de González y

    Alvarado.

    A Vladimir le fue muy mal bajo la tutela del Estado, dice Irina. Desarrolló conjuntivitis, se le

    rompió un diente y ahora tiene una misteriosa cicatriz sobre su ojo. Estaba profundamente

    traumatizado.

    “Nuestro temor más grande es por Volodya,” dijo ella, usando el apodo del chico. “Las

    estructuras del Estado estan peleando para regresarlo al orfanato. Guatemala esta

    trabajando en contra de sus intereses a pesar de que él es un ciudadano nacido en

    Guatemala.” Un temor corolario es que Vladimir pueda enfrentar una “repatriación” a Rusia

    porque Pavel Astakhov, el Representante de Putin para los asuntos de niñez y un hombre

    que se hizo infame por su prohibición general de adopción de niños huérfanos rusos por

    parte de estadounidenses, tweeteo sobre Vladimir: “Los padres del niño ruso de 3 años,

    arrestados por sospecha de cometer crímenes en Guatemala. El Niño con la empleada por

    el momento.” Astakhov también ha declarado que el Ministerio ruso de Exteriores y la

    Embajada rusa estan en pláticas con el gobierno de Guatemala en relación al destino del

    niño. El embajador ruso, Nikolai Babich, ha dicho que, si es necesario, la embajada se

    involucrará en la custodia de Vladimir.

    La fianza ha sido negada a los Bitkov debido al estatus de peligro de fuga -sin importar que

    ellos no pueden dejar Guatemala, pues no tienen pasaportes (sus pasaportes rusos

    expiraron hace varios años) Ellos podrían ser expulsados a Rusia, donde, sin duda,

    desaparecerían en el hoyo negro del autoritarismo del sistema legal, donde los acusados no

    tienen oportunidad de ser absuletos.

    Rusia no tiene tratado de extradición con Guatemala, pero podrían no necesitarlo.

    “Bajo la ley de Guatemala, podrían ser expulsados a su país de origen, si son encontrados

    culpables o no,” dijo Álvarez de CICIG. “En cualquier caso, es una decisión exclusiva de los

    jueces.”

    Los Bitkov saben que la prerrogativa de un gobierno que cuenta con crecientes lazos y

    vínculos lucrativos con Moscú no se puede descartar en lo que les suceda a ellos si son

    declarados culpables.

    El Ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov visitó Guatemala en marzo y, en una

    conferencia de prensa conjunta con el Ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala

    habló de “las brillantes perspectivas en el comercio y la inversión que están creciendo

    sustancialmente.” Él estaba siendo modesto. Rusia es el tercer mayor inversionista en la

    economía guatemalteca, después de Colombia y Canadá. Mucho de esto se debe a una

    enorme mina de níquel y su planta de procesamiento que se estan construyendo en Izabal,

    este de Guatemala, por la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN), un corporativo 92.8

    por ciento propiedad de Solway Group, una firma de metales rusa. (El accionista minoritario

    es el Gobierno de Guatemala)

    Lavrov dijo a ITAR-TASS en 2013 que la cantidad de dinero que Rusia está invirtiendo en

    CGN fue de US$450 millones. «Esta fue una de las más grandes inversiones en la

    economía de este país, y estamos seguros de que está lejos de ser la última», dijo Lavrov. A

    partir de este mes, Solway ha invertido US$550 millones, equivalente al 1 por ciento del PIB

    de Guatemala.

    ¿Estan los Bitkov diciendo la verdad sobre la persecución a manos de gigantes financieros

    estatales, o son estafadores en la fuga? ¿Son participantes involuntarios pero

    desafortunados en una mafia de migración ilegal a cargo de funcionarios guatemaltecos

    corruptos, o fueron cómplices en ella? En este momento, no hay ninguna prueba definitiva

    de una respuesta u otra. Pero lo que es indiscutible es que los bancos rusos aparentemente

    involucrados en la caza de los Bitkov -Sberbank, Gazprombank y VTB-tienen profundos

    lazos con el Kremlin. Esos lazos son tan fuertes que los tres han sido sancionados el año

    pasado, tanto por los Estados Unidos como por la Unión Europea por su rol como órganos

    estatales de la política exterior rusa y, por extensión, por su complicidad en la invasión y

    ocupación de Ucrania. Y la historia de los Bitkov sin duda sigue un muy bien escudriñado

    paradigma de cómo incluso hombres de negocios apolíticos que se niegan a cumplir con las

    instrucciones de altos mandos pagan su atrevimiento. Cualesquiera que sean los hechos de

    su caso, si Igor, Irina y Anastasia son extraditados a Rusia, no hay ninguna posibilidad de

    que se enfrentarán justicia imparcial. Hay muchas posibilidades de que nunca verán de

    nuevo a Vladimir.

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